Tónicos, micelares y otros misterios sin resolver

 

Dicen que preguntar es de sabios, y nosotras tampoco nos cortamos un pelo a la hora de indagar en vuestros gustos y rituales de belleza. Es lo que nos permite hacerte mejores recomendaciones pero también ver dónde hay más dudas, incluso leyendas urbanas, que también las hay en el mundo de la belleza y, si podemos, arrojar un poco de luz. Lo cierto es que con la cantidad de productos que hay, no nos extraña tanto lío XD Vamos con uno de esos misterios...

Tónicos vs limpiadores

Empezaré por decir que no hay que confundir el tónico con el limpiador. El tónico, como su nombre indica, sólo tonifica pero ¡no es detergente! Es muy importante que no olvidemos su aplicación después de limpiarnos la piel con un gel, un agua micelar (ahora volvemos a ella) o una leche limpiadora porque la acción de este tónico nos ayuda a normalizar y restablecer los niveles de PH de la piel, además de calmarla después de la acción y fricción que hemos ejercido con los limpiadores.

Agua micelar

Otra confusión muy corriente se produce desde que el agua micelar entra a formar parte de nuestras vidas. Puede que por su aspecto, el tónico y el agua micelar parezcan iguales pero no tienen mucho que ver ni en función ni en composición. El agua micelar es llamada así porque contiene micelas, una agrupación molecular muy particular que atrae la grasa como un imán y por eso facilitan la limpieza de la piel, pero no funcionan como tónico.

Una vez dicho esto...
Voy a enredar un poco XD y os diré que hay algunos productos limpiadores (en formato gel, leche o agua) que son multifunción y en ese caso, si te ahorrarán aplicar el tónico.

Así que antes de desmaquillarte esta noche, consulta bien lo que tienes en casa, o pregúntanos el próximo día ¡para eso estamos!